En el principio del relato el viejo hotel Balneario de Melincué, yace en ruinas. Abandonado. Muerto. Silencioso. Destruido por la inundación perdura como un fantasma testigo de sueños frustrados, planes fracasados e ilusiones no concretadas. El hotel arruinado da cuenta de los años de la dictadura militar, de la argentina en democracia pero destruida y sin memoria.
A medida que avanza el relato esta idea se va transformando y da cuenta de los cambios que suceden en nuestro país. .
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